En MotoGP se tiende a juzgar rápido, pero la temporada de Jorge Martín merece ser leída con más perspectiva. El piloto madrileño arrancó 2025 con el pie izquierdo: dos lesiones en pretemporada lo dejaron prácticamente sin rodar, apenas 13 vueltas en Sepang, y cuando reapareció en Qatar volvió a lesionarse en un accidente que lo apartó de nuevo hasta Brno. Desde entonces, su temporada ha sido una carrera contrarreloj para recuperar sensaciones sobre una moto completamente nueva.
La comparación con Marco Bezzecchi, hoy convertido en punta de lanza de Aprilia, es inevitable pero injusta. Bezzecchi acumula 4.727 kilómetros más de experiencia este año, una diferencia que equivale a decenas de grandes premios extra. Ese bagaje se traduce en confianza, en conocimiento de la moto y en la posibilidad de afinar cada detalle. Martín, en cambio, aún está construyendo su relación con la Aprilia, en todos los sentidos, y cada vuelta vale doble.

En ese contexto, los test de Misano fueron un punto de inflexión. Por primera vez, Jorge pudo trabajar con calma en ajustes y buscar soluciones pensando en el futuro, algo que no había tenido ocasión de hacer antes. Él mismo reconocía que había encontrado “un gran paso adelante” en estabilidad y cambios de dirección, lo que muestra que la progresión está ahí aunque todavía no se refleje en resultados contundentes.
Lo más relevante no es el tiempo por vuelta, aunque logró rodar a solo dos décimas de los más rápidos, sino la tendencia. De un inicio sin kilómetros y plagado de contratiempos, ha pasado a encadenar grandes premios en los que, paso a paso, se acerca a la cabeza. El propio Martín lo resume con una frase que casi se ha convertido en mantra: “hay que seguir y seguir hasta llegar a donde quiero llegar”.

El problema es que el escrutinio nunca descansa. Cuando un compañero de marca como Bezzecchi logra ser competitivo desde el arranque, es fácil caer en comparaciones apresuradas. Pero la foto completa es otra: Jorge Martín no compite desde la misma línea de salida que el italiano. Su temporada no se mide tanto en puntos como en kilómetros, y en ese terreno sigue acumulando lo que le faltó en invierno.
La paciencia rara vez es noticia en MotoGP, pero en el caso de Jorge Martín creo que el aficionado debería tener paciencia y ser justos con el aún vigente campeón del mundo.
Todo llega y Martín solo necesita tiempo, la grave lesión que paso y el retraso en entrenos y hacerse a una moto nueva lleva tiempo.
Martín llegará y cuando eso llegue tendremos otro piloto en cabeza para dar espectáculo.
En el gran premio de GB ( Silverstone ) cuántos km llevaba Bezz, con la Aprilia? por que igual si que las comparaciones son odiosas!!!!!!
Jorge Martín tiene un talento increíble, esperemos que salga de esta y pueda volver a ser feliz corriendo en moto GP, no le veo disfrutar.