noviembre 30, 2025
octubre 3, 2025
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El día que Mir y Honda volvieron a creer

Foto: X de Honda HRC

En medio de la celebración del noveno título de Marc Márquez, el primer podio de Joan Mir con Honda quedó inevitablemente eclipsado por la emotividad que rodea este logro del piloto de Ducati. Sin embargo, vale la pena detenerse un poco en este resultado, que aunque hoy no dé señales de absoluta certeza,  sí marca un indicio: la fábrica más ganadora de la historia empieza a moverse en la dirección correcta.

«La realidad es que ha sido un período muy difícil para mí, desde el día en que decidimos ir a Honda en un momento complicado, ya sabíamos que podíamos estar mucho tiempo sin buenos resultados. Pero no podía imaginar que sería tanto tiempo», expresó Mir tras 1.421 días sin subirse al podio. 

Los años difíciles: de Suzuki a Honda

Después de haber sido campeón de MotoGP en 2020 y tercero en el Mundial del 2021, seguramente el piloto mallorquino no habría imaginado que enlazaría un par de años complicados, que incluyen la caída de rendimiento de Suzuki, la retirada de la marca japonesa del campeonato y, paradójicamente, su llegada al asiento más privilegiado y más complicado, el de Honda.

No ha sido sencillo encontrar motivación cuando competir parecía imposible bajo cualquier escenario. Joan Mir llegó al equipo oficial de Honda en 2023 y, un año después, se le unió Luca Marini, procedente del VR46. La campaña previa fue especialmente dura: Mir abandonó en diez carreras y apenas logró 21 puntos, mientras que su nuevo compañero, aunque con menos retiros (solo dos), cerró el año con 14 unidades y un par de 12º puestos como mejores resultados. 

El balance fue contundente: ambos terminaron en las posiciones 21ª y 22ª del Mundial, firmando la peor temporada de la historia reciente de la marca del ala dorada.

Todo esto sucedía en el equipo oficial mientras Johann Zarco, con el satélite de Honda, se convertía en el piloto mejor clasificado de la marca. Un panorama que no ha cambiado demasiado este año: el francés firmó el mayor logro de Honda en 2025 con su emotiva victoria en Le Mans, una de esas carreras que quedará marcada en la temporada. Sin embargo, aquel triunfo también estuvo condicionado por el asfalto mojado, un factor que alteró el orden habitual del Mundial.

Una nueva filosofía de trabajo en Honda

Luego de varios años de éxitos junto a Marc Márquez, Honda ha tenido que asumir que la ausencia de un piloto capaz de compensar las carencias de la moto exige un cambio profundo. La marca del ala dorada se ha visto obligada a replantear su forma de trabajar, dejando de lado parte de su tradición nipona para incorporar una visión más europea con la llegada de Romano Albesiano y Kurt Trieb.

El objetivo es claro: acelerar procesos, identificar con mayor rapidez los problemas y aplicar soluciones de manera oportuna, en lugar de esperar a que el tiempo amortigüe las dificultades.

“Ahora tenemos un paquete técnico distinto, por esto, el año pasado no es un punto de referencia para nosotros, ahora me siento más fuerte en puntos en los que antes no. La base de la moto es mucho mejor. Hemos mejorado en aerodinámica, chasis y motor, ya entendemos mejor cuál es la vía que tenemos que seguir para entender cómo funciona, pero ahora la moto es más pilotable”, explicó Mir en la rueda de prensa previo al Gran Premio de Indonesia, la cita después de un Gran Premio que también funciona como una especie de catarsis para Honda y sus pilotos. 

Este podio llegó, de manera casual y simbólica, en Motegi, el circuito de casa, como una recompensa al esfuerzo invertido en un proyecto de MotoGP que poco a poco empieza a mostrar resultados. Todo, además, en el mismo fin de semana en que su antigua estrella volvía a coronarse campeón del mundo, como en un juego del destino que obliga a los protagonistas a mirarse entre pasado y presente, y en el que parece que ambas partes han tomado decisiones acertadas, superando las dificultades paso a paso.

Las señales empiezan a acumularse. En los últimos siete Grandes Premios, Marini sumó 59 puntos y Mir 40, más que en los diez primeros de la temporada. Y el podio del campeón de 2020 no llegó aislado: fue la culminación de un fin de semana completo.

“Para mí tiene muchísimo más valor estar delante desde el primer entrenamiento, entrar en Q2 directamente, pelear por la ‘pole position’, luchar en la ‘sprint’ y acabar siendo tercero, es algo fantástico, no puedo pedir nada más”, confesó Mir después del podio que confirma que los últimos puntos cosechados no son casualidad. 

2026: ¿la antesala del regreso de Honda?

Para el campeón del mundo, que venía quedando relegado frente a su compañero de equipo —también por errores y por 18 caídas, muchas de ellas provocadas por otros—, este podio funciona como una pequeña recompensa y, sobre todo, como un impulso para recuperar la confianza tras un período que incluso lo llevó a considerar el retiro.

Ahora el proyecto de Honda parece entrar en una nueva etapa: la de la confirmación. El propio Mir ha señalado que, a partir de aquí, deberían ser capaces de mantenerse en la lucha por el top 5. Y, con las buenas sensaciones acumuladas, también el discurso de la marca se ajusta. Honda necesita más resultados positivos para cerrar la temporada con la convicción de que 2026 puede ser el inicio del regreso definitivo a lo más alto.

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