El póster del Gran Premio de Japón 2025, juega en otra liga: es un compendio de símbolos que explican tanto del país anfitrión como de la carrera que está a punto de celebrarse.
En el centro, el círculo rojo remite de inmediato a la bandera japonesa. Pero no es solo un guiño gráfico: es el ensō, un círculo zen que simboliza plenitud, disciplina y la búsqueda de la perfección. En un deporte donde el límite de la trazada, la precisión del freno o la gestión del gas marcan la diferencia entre la gloria y el error, la referencia es casi demasiado evidente.
A los lados, los bambúes enmarcan la escena. En la tradición japonesa, el bambú representa flexibilidad y resistencia: se dobla con el viento, pero nunca se quiebra. Un paralelismo directo con pilotos como Marc Márquez, cuya carrera se ha definido por caídas brutales y regresos aún más duros, siempre volviendo a levantarse.
El torii, la puerta tradicional que separa lo profano de lo sagrado en los templos sintoístas, refuerza la idea de tránsito. Motegi, en este 2025, es precisamente eso: la puerta hacia un nuevo campeón del mundo. Para Marc, es la posibilidad de sellar un título más. Para Álex, que aparece en acción sobre la Ducati, es el reto de retrasar lo inevitable. Para Ai Ogura, héroe local y rookie, es el paso iniciático hacia la elite del motociclismo mundial.
El póster se completa con bonsáis y un jardín zen, símbolos de paciencia, equilibrio y contemplación. Una contradicción deliberada frente a lo que ocurre en pista, donde cada giro de muñeca se mide en milésimas. Pero también un recordatorio: el motociclismo en Japón no se entiende solo como velocidad, sino como disciplina, estética y herencia cultural.
Así, el GP de Japón no empieza en la primera curva de Motegi, sino en este cartel. Una pieza que no solo promociona un evento deportivo, sino que enmarca la carrera dentro de una narrativa mayor: la de un país que sigue viendo en las motos algo más profundo que un espectáculo. Una mezcla de rito, modernidad y memoria colectiva.
Magnífico artículo exaltando el cartel del Gran Premio de motociclismo, para Misano , casando el arte , con la tradición, y el deporte de la moto.