Pecco Bagnaia vive en una montaña rusa permanente, pero cuando la pista se alinea con él, sigue recordando por qué es bicampeón del mundo de MotoGP. En Sepang, después de una semana en Australia en la que parecía haber tocado fondo, el piloto del Lenovo Ducati Team se reencontró con su mejor versión para ganar la Sprint de Malasia con autoridad. Una victoria que no solo alivia a su entorno, sino que devuelve un poco de oxígeno a un piloto que llevaba varias carreras buscando respuestas.
El italiano arrancó desde la pole y apenas necesitó una curva para imponer su ritmo. Desde ahí, controló la prueba con la precisión que tantas veces se le ha echado de menos este año, sin un solo error y sin dar opción a sus rivales. Fue una victoria limpia, contundente, de las que sirven más para liberar que para celebrar.
Por detrás, Álex Márquez volvió a firmar otra actuación de nivel, sólida y sin fisuras, asegurando matemáticamente el subcampeonato del mundo. El menor de los Márquez no pudo seguir la estela de Pecco, pero tampoco lo necesitaba: su temporada, marcada por la regularidad y la capacidad para aprovechar cada oportunidad, ha sido sobresaliente. Cierra así el año como el segundo mejor piloto del mundo, justo detrás de su hermano Marc, algo que ningún otro dúo de hermanos había logrado en la historia del campeonato.
Fermín Aldeguer completó el podio y, de paso, certificó su título honorífico de rookie del año. El murciano volvió a mostrar su velocidad y madurez, resistiendo los ataques de un combativo Pedro Acosta, que terminó cuarto y se vio envuelto en una investigación por posibles irregularidades en las presiones de los neumáticos. Sea cual sea el desenlace, la sensación que deja el de Mazarrón es la de haber completado una temporada de debut con una madurez impropia de su edad.
Franco Morbidelli firmó la quinta posición tras una Sprint en la que empezó fuerte pero se diluyó con el paso de las vueltas. Similar destino para Fabio Quartararo, sexto, que llegó a rodar segundo antes de ser engullido por el grupo en la parte final.
Marco Bezzecchi, con una Aprilia menos competitiva que en otros circuitos, se las apañó para salvar los muebles con una séptima plaza que sabe a poco después de sus exhibiciones recientes.
El top 10 lo completaron Johann Zarco, que fue el mejor de los representantes de Honda, seguido de un Enea Bastianini discreto y un Pol Espargaró que sigue sumando kilómetros en su regreso. Joan Mir y Luca Marini, por su parte, se fueron al suelo cuando rodaban en posiciones prometedoras; especialmente dolorosa la caída del mallorquín, que parecía tener el podio a tiro antes de perder el tren delantero en la quinta vuelta.
Sepang devolvió por un día la imagen de un Bagnaia dominante, pero el verdadero titular puede que esté en la consistencia de los Márquez. Uno ya tiene el título y el otro el subcampeonato. El apellido, una vez más, monopoliza los titulares en MotoGP.
