“Tengo mucha curiosidad por ver cómo va nuestra moto en Sepang. Es un circuito bastante completo y donde nunca hemos rendido demasiado. Así que, si rendimos bien en Sepang, significará que el crecimiento es real”, confesó Massimo Rivola tras el importante Gran Premio de Australia, en el que Aprilia fue protagonista con dos motos en el podio del domingo y con la celebración de su 300° victoria en la historia del Mundial.
Esa frase resume bien el momento que vive la fábrica de Noale. Por primera vez en años, Aprilia llega al tramo final de la temporada con una sensación distinta: la de un equipo que ya no necesita demostrar que puede ganar, sino confirmar que su progreso es sostenible.
Raúl Fernández y el valor simbólico de su victoria
Raúl Fernández es el último piloto en ganar una carrera de MotoGP. Su primera victoria en la categoría reina también significó la primera para el equipo Trackhouse Racing, un logro que se suma a los dos podios consecutivos que consiguió en las sprints de Mandalika y Phillip Island.
Una racha que no solo impulsa su confianza, sino que también refuerza la idea de que Aprilia empieza a consolidarse como el primer rival serio de Ducati en años.
En temporadas pasadas, cada resultado positivo de Aleix Espargaró era un pequeño triunfo en medio de una larga reconstrucción. Los logros llegaban como excepciones, no como una constante. Con su retiro a finales de 2024 y la salida de Maverick Viñales hacia el Tech3, el equipo perdió a sus dos pilotos más experimentados, pero abrió una nueva etapa con dos nombres llamados a liderar el futuro.
Una temporada con todos los matices
La temporada de Aprilia —y por extensión la del Trackhouse, su equipo cliente— ha tenido de todo. Lesiones, polémicas y redención. El inicio fue complejo: las lesiones de Jorge Martín y Raúl Fernández afectaron el desempeño de ambos equipos, y la ausencia del vigente campeón provocó una disputa contractual entre el piloto, su representante y la Aprilia.
La famosa cláusula de rendimiento, que el entorno de Martín quiso activar para buscar un nuevo destino, pareció en su momento un síntoma de duda. Sin embargo, hoy, a falta de tres grandes premios, se puede afirmar que Aprilia es uno de los mejores lugares para ganar. Las motos están, los resultados acompañan y el trabajo de fábrica empieza a consolidar una horizonte sólido.
Bezzecchi, punta de lanza de Aprilia
En medio de ese contexto, Marco Bezzecchi ha asumido un rol protagónico. Dos victorias, dos triunfos al sprint, seis podios dominicales y dos más en carreras cortas lo ubican actualmente tercero en el campeonato, el mejor resultado histórico de la marca en MotoGP.
Bezzecchi llegó con el reto de salir del paraguas del VR46, la academia que lo formó, y su evolución ha sido una de las mejores noticias para Aprilia. El italiano ha demostrado que puede liderar un proyecto que ya no depende de un solo piloto, sino de un grupo sólido y comprometido.
Trackhouse confirma el potencial del proyecto
La victoria de Raúl Fernández también tiene un peso simbólico. Llega después de años complicados en los que su talento fue puesto en duda.
Más allá del triunfo, su resultado marca un punto de inflexión: el equipo satélite también es competitivo. Trackhouse ha logrado el equilibrio entre el respaldo técnico de Noale y su propia estructura.
El trabajo de Davide Brivio, al frente del proyecto, ha sido clave para que ahora Aprilia tenga un verdadero ecosistema competitivo. La fábrica y su satélite funcionan como una misma fuerza, algo que muy pocos equipos consiguen.
Ducati siente la presión
Sin Marc Márquez en la recta final de la temporada, Ducati se enfrenta a la frustración y falta de rendimiento de Francesco Bagnaia. Aunque sigue siendo la marca más efectiva, ya no compite sola. KTM, Honda y especialmente Aprilia empiezan a recortar terreno.
La sensación es que el 2026 puede marcar un cambio real en la dinámica del campeonato.
En las últimas tres carreras del año —Sepang, Portimão y Valencia—, Aprilia evaluará los datos y recogerá las conclusiones finales para definir sus metas del próximo curso. Rivola lo tiene claro:
“No tengo ninguna duda de que Jorge luchará por el campeonato junto a Marco el próximo año”.
2026: la oportunidad de romper el dominio de Ducati
El 2026 será la última temporada bajo la reglamentación actual, y Aprilia la afrontará con una alineación que genera ilusión: Bezzecchi y Martín (recuperado 100% físicamente) en el equipo oficial, y un Raúl Fernández fortalecido junto al ya adaptado Ai Ogura en Trackhouse.
Cuatro pilotos, dos estructuras bien dirigidas y un mismo objetivo: convertirse en la alternativa al dominio de Ducati, que ya suma cuatro títulos consecutivos de pilotos y seis de constructores.
Con Massimo Rivola en Noale y Davide Brivio desde el box satélite, el proyecto tiene dirección y liderazgo. La mezcla de experiencia y juventud que hay en la marca italiana permite pensar que, esta vez, Aprilia puede dejar de ser una promesa y convertirse en una realidad.